¿Qué le sucede a tu cuerpo al morir?
¿Qué es lo que le pasa a nuestro cuerpo al morir? No sabemos a ciencia cierta a dónde irá la mente, aunque hay diversas teorías científicas capaces de explicar incluso la existencia del alma y su ‘unión’ con el universo. Sin embargo, el organismo difunto es otro cantar muy diferente.
Nuestro cuerpo no termina su viaje tras la muerte. De hecho, es más bien lo contrario, ya que comienza un proceso de deterioro en el que se van eliminando todos los componentes.
Entonces, si nuestro cuerpo se deja en condiciones naturales, como si fuera el de cualquier otro animal, incluso si se entierra en una tumba poco profunda, el mismo se va desintegrando lentamente hasta quedar únicamente los huesos.
Durante esta descomposición, no hay que pensar únicamente en putrefacción, por el fenómeno es diferente. De hecho, existen diversas etapas que hacen que el proceso de alargue durante mucho tiempo.
Así pues, este fenómeno implica complicados componentes orgánicos del organismo que, poco a poco, se separan y empequeñecen en elementos más simples, hasta reducir el organismo a un simple esqueleto.
Las fases de descomposición de tu cuerpo al morir
A día de hoy conocemos las fases de descomposición que sufre un cuerpo tras su muerte. Estas son el livor mortis, el rigor mortis y el algor mortis. Veamos en qué consiste cada una de ellas.
En primer lugar, tenemos el livor mortis. Esta es la fase de lividez, cuando el cuerpo fallecido se pone pálido al poco tiempo de haber perdido la vida. Se debe a que se detiene la circulación sanguínea una vez el corazón no late. El proceso comienza una hora tras la muerte y dura un máximo de 12 horas en total.
Luego llega el rigor mortis. En este caso, encontramos un cuerpo rígido e indestructible. Todos los músculos se han tensado por los cambios celulares. Comienza a establecerse unas 2 horas tras la muerte y dura de 24 a 84 horas. Tras ello, los músculos se tornan flácidos y vuelven a ser flexibles.
Finalmente, encontramos el algor mortis. En este caso, el cuerpo se enfría, ya que no es capaz de regular su temperatura. Este frío va a depender de la temperatura del ambiente. Normalmente se establece entre 18 y 20 horas tras la muerte.
Pasadas estas fases iniciales, los signos de descomposición como el tinte verde de la piel comienzan a aparecer hasta ser uno con la tierra excepto los huesos, que sí son muy resistentes.
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